Se comenta, se ve, y sobre todo se siente el grave encarecimiento de los productos de primera necesidad, mientras los productores se quejan de la bajada espectacular de los precios a los que venden su producción. La diferencia de precio entre el productor y el consumidor es el beneficio (alrededor del 400%) que consiguen los intermediarios. Estos son en resumen las empresas de transporte y distribución.
La cruda realidad es, que como está pasando con el sector de la construcción, cuya crisis enviará al desempleo a más de 500.000 trabajadores este 2008, el sector del transporte va a ser autorregulado por la crisis imperial.
Los excedentes de transportistas, sobre todo autónomos, van a ser eliminados por medio de la desorbitante subida de los carburantes, la presión de las grandes empresas del sector y el reajuste para paliar la crisis que pondrá en marcha el gobierno.
"Las 54 medidas acordadas con la gran patronal del sector (Confederación Nacional del Transporte de Carreteras, CTNC) muestra quiénes son los beneficiarios. Con ejemplos como, la bonificación del 50% del Impuesto de Actividades Económicas (IAE), que sólo favorece a la gran patronal puesto que este impuesto sólo se aplica a quien factura por encima del millón de euros al año. Las rebajas del 4% de la cotización a
El plan de choque del gobierno permitirá que las grandes empresas de transporte y distribución apenas sientan una leve zozobra en este escenario de crisis, mientras la mayoría de autónomos pasará a trabajar para estas empresas y sufrirá junto con los trabajadores de las mismas unas condiciones aún más lamentables que las actuales.
El gobierno habla de la “imposible” intervención en los precios del carburante (capitalismo, ooh intocable capitalismo). Esta medida redistributiva haría bajar los ingresos del estado (0,27 cts. de € por litro) y lo que es más importante aún, reduciría los increíbles beneficios de las multinacionales petroleras (no hablamos de que perderían dinero no, sólo ganarían un poco menos). En cambio, el gobierno liberal-social aconseja incrementar las tarifas del transporte (no es esto intervención), con lo que los gastos ocasionados por los carburantes repercutirían en el precio de transporte y distribución, como resultado de todo esto tendríamos que el precio final de los productos se incrementaría y los trabajadores, como siempre, acabaríamos pagando la crisis a la hora de hacer las compras más necesarias. Si bien estas medidas tienen una consecuencia “positiva”: los beneficios de las multinacionales, tanto petroleras (REPSOL, CEPSA, etc.…), como distribuidoras (CARREFOUR, CORTE INGLÉS, etc.…) quedarían incólumes, algo vital para sus mercenarios, los miembros del partido único PP$o€.
En la situación actual de crisis, ¿Cuál es el papel del proletariado?
Se comenta en muchos foros de izquierda anticapitalista, que la huelga de transportistas es apoyada por grupos de extrema derecha (joseantonianos) y por ello, la clase obrera no debe inmiscuirse y apoyarla, pero no es menos cierto que la panzer-división mediática del PP (derecha casi extrema) está en posiciones P$o€ y no critica la intervención represiva sin contemplaciones del gobierno, ni las medidas adoptadas, sino la tardanza de tal intervención y medidas.
Tanto los transportistas autónomos, como los pescadores y agricultores, no se plantean la crisis como parte fundamental de la lógica del sistema capitalista, ni la huelga como una aportación a la superación del mismo, sino como el medio para obtener ciertas medidas con las que seguir su vida, como lo han hecho hasta hoy sin preocuparse de las repercusiones de la situación actual en otros sectores.
Creo que la posición de los trabajadores debe ser de apoyo a esta huelga por los efectos que la crisis tendrá en nosotros.
Con un sindicato “vertical” bicéfalo (UGT-CCOO) al servicio del capital, exigiendo la moderación salarial para superar la crisis (de los beneficios de hasta el 60% obtenidos en estos años por las empresas, ni hablar), con ciertas medidas (65 horas semanales, directiva de inmigración, etc.…) de los gobiernos de
Reducción de ingresos y aumento de los gastos en productos vitales dan un resultado de pánico y desesperanza que nos hará retroceder a los años ´20 del siglo pasado. Consiguiendo la oligarquía y sus siervos los políticos mantener una clase obrera acobardada, en estado de semiesclavitud y sin poder de respuesta debido al miedo y la desesperación por perder lo poco que se tiene.
Sería interesante abrir un debate entre las organizaciones que nos decimos anticapitalistas para empezar a tomar iniciativas al respecto. Dejemos de lado discrepancias, el momento es tan importante que la unión es inaplazable. No se puede vivir en la situación actual de…fortalecer siglas debilitando las vecinas, somos una clase, si alguien no esta en una organización concreta, sus razones tendrá, pero no por ello deja de ser menos que los que en ella están.
xadibla74
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