viernes, 15 de febrero de 2008

Un repaso a la sanidad

En primer lugar, hay que tener en cuenta que el Ministerio de Sanidad, tras el traspaso de competencias a las Comunidades (CC AA), tiene limitada su capacidad de intervención a la financiación (junto con el Ministerio de Hacienda). No obstante, apenas ha avanzado en temas de su competencia, como la planificación de recursos humanos. Multitud de médicos y enfermeras siguen emigrando a otros países desarrollados, pero se importa personal de países empobrecidos a los que se priva de sus escasos recursos. No se ha elaborado tampoco un Plan de Salud Integrado. Aunque ha mejorado la información sanitaria, ésta sigue siendo escasa, insuficiente y no discrimina los problemas y necesidades de salud por sexo o nivel socioeconómico.

El Gobierno de Zapatero ha mantenido el modelo de financiación existente con anterioridad por lo que siguen incrementándose las desigualdades entre CC AA. El Consejo Interterritorial de Salud (CIS) sigue siendo un escenario de confrontación política partidista, y las pocas decisiones consensuadas, como la incorporación de nuevas vacunas al calendario nacional, están orientadas por motivaciones políticas en lugar de por la racionalidad. El gasto farmacéutico continúa siendo, por otra parte, muy elevado (aunque se ha moderado su crecimiento al 7% anual), dado que el Gobierno no ha sido capaz de controlar la presión de la industria farmacéutica.

Continúa el avance de la privatización sanitaria en las CC AA gobernadas por las fuerzas conservadoras, como Valencia (Alzira y La Ribera), Madrid, con nueve nuevos hospitales con iniciativa de financiación privada, o La Rioja, con la privatización de los servicios de radiología. Incluso en las comunidades de gobierno progresista, como Andalucía, la situación es contradictoria.

Un logro en este sentido es el cierre de las fundaciones sanitarias de gestión privada en Galicia. Entre los logros de esta legislatura, podríamos citar el acuerdo sobre estrategias para mejorar la Atención Primaria (AP 21), aunque existe un desarrollo escaso y desigual del mismo en las diferentes comunidades. Finalmente podemos decir que ha habido avances en salud pública (tabaquismo, obesidad, prevención de accidentes de tráfico). También ha mejorado la asistencia a la mujer, con la atención al parto y la disminución de cesáreas y episiotomías, pero se ha cedido a las presiones de la Iglesia al no desarrollar la Ley de Plazos del aborto, y de grupos económicos, con la anulación del programa contra el alcoholismo.



Fuente: diagonal.net / MANUEL MARTÍN, secretario de FADSP (Federación de Asociaciones por la Defensa de una Sanidad Pública).

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