domingo, 4 de mayo de 2008

Se fue Don Tancredo... / Españoles: la prensa... ¡ha muerto!


Se fue Don Tancredo...


Leopoldo Calvo Sotelo (el de la foto) ha muerto hoy al mediodía en su casa de Pozuelo de Alarn, en Madrid, a los 82 años de edad, de "forma inesperada" según su hijo mayor. Calvo Sotelo, hombre circunspecto donde los hubiera, fue procurador en las Cortes franquistas (en representación de la patronal, of course), ministro de Comercio en el gobierno del también franquista Arias Navarro y firmante de los Pactos de la Moncloa, aunque se le conoce por ser el segundo presidente del Gobierno tras la imposición de la monarquía y de las elecciones de 1977. Presidió el Ejecutivo entre el 25 de febrero de 1981 y el 1 de diciembre de 1982, después de Adolfo Suárez y antes de Felipe González, y se dio la circunstancia de que durante el debate de la sesión de su investidura en el Parlamento, el 23 de febrero de 1981, se produjo el golpe de Estado que afianzó al Rey Borbón.
Leopoldo Calvo-Sotelo nació en Madrid en 1926. Terminó sus estudios de ingeniero de Caminos en 1951 y años después pasó a ocupar diversos cargos directivos como la presidencia de Renfe en 1967.

Tres años después fue nombrado consejero delegado de Unión Explosivos Riotinto, S.A. Posteriormente elegido procurador en Cortes como representante de los empresarios de industrias químicas, puesto que ocupó durante cuatro años, hasta que en 1975 fue designado ministro de Comercio en el primer Gobierno de la monarquía franquista, que presidía el carnicero Arias Navarro y del que formaban parte como ministros el falangista Adolfo Suárez o Manuel Fraga Iribarne entre otros.

Al ser nombrado Suárez presidente, fue nombrado ministro de Obras Públicas, en julio de 1976.

Dimitió del cargo para presentarse a las primeras elecciones democráticas (1977) y concentrarse en la organización del nuevo partido que habría de ganarlas: la Unión de Centro Democrático (UCD), del presidente Suárez. Su carrera política continuó en ascenso: portavoz de UCD en el Congreso (1977-78), ministro para las relaciones con la Comunidad Económica Europea (1978-79), vicepresidente del Gobierno para Asuntos Económicos (1980-81).

Durante la votación a su candidatura como Presidente del Gobierno (23 de febrero de 1981), se produjo el golpe de estado que apuntaló la monarquía.

Durante su mandato, la decisión más relevante fue la adhesión de España a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Fue también, durante unos meses, presidente de la UCD.

En 1982 ocupa el segundo puesto en la lista electoral de dicho partido por Madrid, que encabezaba Landelino Lavilla, se produce la debacle electoral de UCD, pasando de ser el partido del gobierno a tener una docena de diputados. Calvo Sotelo sólo consigue ser diputado por la dimisión de Lavilla.

Tras esto, es elegido miembro de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa en 1983 y eurodiputado en el Parlamento Europeo en 1986, integrado en el Partido Popular Europeo. Dos hijos suyos han sido secretarios de Estado con los gobiernos del ultraderechista José María Aznar.

El 25 de junio de 2002 el monarca le concedió el título de Marqués de la Ría de Ribadeo con Grandeza de España.
Era tío de Mercedes Cabrera Calvo-Sotelo, ministra de Educación en la VIII Legislatura de España y sobrino carnal de José Calvo Sotelo ministro de Hacienda durante la Dictadura (Directorio Civil) de Miguel Primo de Rivera y fundador del Bloque Nacional durante la Segunda República Española y que murió el 13 de julio de 1936 ejecutado en represalia por el asesinato horas antes del teniente de Asalto Castillo.

Fuente: insurgente


Españoles: la prensa... ¡ha muerto!

El vergonzoso espectáculo que hoy nos ofrece la práctica totalidad de los medios de comunicación de masas, debe ser interpretado en clave de un ensayo general para cuando se produzca «el hecho biológico inevitable» de Su Excelencia el Jefe del Estado.

Solo en España —un país que todavía en 2008 permanece encabezado por un soldado franquista disfrazado de rey—, solo aquí, podíamos asistir a este grave insulto masivo realizado desde la prensa contra la prensa y el conjunto de la sociedad: hoy, 4 de mayo de 2008, cientos, miles de profesionales de la comunicación se han visto obligados e/o inducidos por sus empleadores a exaltar el supuesto honor y grandeza personal del que fuera ex presidente de la red ferroviaria española y ex procurador a cortes franquistas, que llegó a ser dos veces ministro, presidente del gobierno e incluso marqués, sin que ni un solo ciudadano le hubiera votado jamás para ejercer ninguno de esos cargos.

Tan vasta sincronización de voluntades exhibida para presentar a un destacado franquista como si se tratara de un defensor de la democracia y un prócer de la patria, debería llecarnos a reflexionar sobre quién, cómo y por qué nos hace pensar como lo hacemos. ¿Se puede ser libre mientras permanezcamos sometidos a una realidad virtual en la que todos los estímulos informativos están controlados de antemano? ¿Acaso nadie percibe el efecto de la manipulación informativa? ¿Tan bien funciona la gradualidad?

Lo cierto es que nada de todo eso debería sorprendernos, al fin y al cabo, habitamos en un sistema que nos ha hecho creer «que tenemos democracia gracias al rey»; se nos ha hecho pensar que «la República es una peligrosa aventura que corresponde al pasado»; nos dicen —día sí, día también— que los bombardeos humanitarios llevados a cabo por nuestros valerosos soldados, sirven para democratizar a las sociedades que reciben esas bombas que tantos kilómetros de asfalto, camas y pupitres nos cuestan; se nos dice que la vil catástrofe del 11 de marzo de 2004 fue perpetrada por ETA con la aquiescencia del PSOE; se nos dice que ciertas alcaldesas pueden ser terroristas por lo que piensan, aunque no cometan ningún acto violento; se nos dice que la valla es imprescindible; que no hagamos caso al artículo octavo; que hay separación de poderes... que vivimos en democracia.

¡Gloria y honor para el gran presidente al que le bastó un año escaso para integrar a España en el seno de una banda terrorista internacional como la OTAN! ¡Gloria y honor para el militante de «Juventudes Monárquicas» que fundó la «Unión Española»! ¡Gloria y honor para el presidente que nunca supo nada de la existencia de la Alianza Apostólica Anticomunista (AAA o "Triple A"), ni del Antiterrorismo ETA (ATE), ni de los Grupos Armados Españoles (GAE), ni de los Guerrilleros de Cristo Rey, Batallón Vasco Español (BVE), ni de los Comandos Antimarxistas!

Si para enterrar a un ex jefe de gobierno la máquina demuestra estar tan bien engrasada... ¿De qué no serán capaces en caso de un Referéndum de Independencia o cuando se produzca un relevo del militar que ostenta la Corona? ¿De qué no serían capaces para convencernos de ir a una guerra? ¿Para convencernos de que todos los jóvenes son sospechosos? ¿Que todos los pobres son culpables? ¿Que una persona rica es alguien de fiar?

Todos mienten, pero no importa, porque nadie escucha.

Fuente : Jaume d'Urgell / kaosenlared

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